viernes, 10 de febrero de 2017

Tareas del Módulo 1



Respecto a las tareas que he realizado tengo que decir que, en mi caso, se trata más de reflexiones que de cambios grandes o pequeños.

1.                  Función directiva pública. Respecto al interesante concepto que se ha desarrollado en este módulo de confianza versus solvencia técnica, mi apreciación particular es que mientras que la confianza va y viene, la solvencia técnica se mantiene. Según mi apreciación, en las relaciones profesionales hay que primar la seriedad y la rigurosidad en el trabajo como criterios objetivables por encima de otras cuestiones más personales y subjetivas como pueden ser “cómo te llevas con una determinada persona” o qué feeling tienes con ella, ya que además ésta es una cuestión que puede variar con el tiempo, es por lo que, desde mi punto de vista, se pueden valorar más objetivamente las cualidades técnicas y profesionales (véase experiencia profesional o formación de una persona) que las cualidades denominadas “de confianza”; de hecho, no olvidemos que sinónimos de confianza son, aparte de algunos con un cariz más positivo como certidumbre, seguridad, convicción, convencimiento, otros que en un estado de derecho y dentro de la función pública no pueden tener cabida como compañerismo, amistad, aprecio.
Igualmente, en el caso que nos ocupa, al recibir al personal que forma parte de las diferentes unidades o servicios en los que trabajamos, nos resulta imposible aplicar el concepto de confianza a la hora de valorar a los funcionarios con los que vamos a tener que trabajar en nuestros puestos de trabajo, ya que dentro de la función pública la adjudicación de puestos se realiza por concurso de méritos, por lo que no eres tú quien elige al funcionario, sino el funcionario quien te elige a ti. Por supuesto que, además, dentro del concurso de méritos no estamos hablando sólo de puestos base o asesoría técnicas sino también de cargos intermedios de jefatura de sección, departamentos y negociados que tienen una responsabilidad en materia de personal bastante relevante. Esta explicación, además,  se tiene que completar con el caso de la selección de los futuros funcionarios donde es completamente impensable e imponsible aplicar el criterio de confianza habiendo que limitarse exclusivamente al de solvencia técnica, es por ello que, según mi parecer se refuerza la demostración de la idea de que el concepto de solvencia técnica tiene que estar por encima del de confianza, y además, por otra parte, de alguna forma en la actual legislatura, así se ha llegado a un acuerdo político por parte los representantes de la Junta de Andalucía. En mi caso particular llego a esta conclusión que hago extensiva en la aplicación de mi trabajo.

2.                  Gobernanza y gestión pública. En este apartado quiero poner un ejemplo particular y que en estos momentos está de completa actualidad: se trata de las noticias que aparecen en estos días en la prensa sobre la decisión de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía de no renovar determinados conciertos educativos de determinadas unidades escolares (que no líneas completas) de centros privados concertados debido al descenso acusado que se viene apreciando de la natalidad en Andalucía. Todo esto viene determinado por la decisión política de primar a la enseñanza pública por encima de la concertada, y así evitar el cierre de unidades de centros públicos. En primer lugar, es lógico que en un gobierno como el que tenemos en estos momentos en Andalucía de tendencia liberal se prime a lo público sobre lo privado en todos los ámbitos, y más si cabe en el caso de la educación, pero, además, para entender esta cuestión hay que remontarse un poco a antecedentes temporales: la enseñanza privada se concertó en su día (años 80 y 90 principalmente) en aquellos lugares donde no existía oferta educativa pública, esta cuestión se ha ido superando con el tiempo, a lo que unido al descenso de la natalidad nos encontramos con la situación que nos encontramos a día de hoy con lo que ya, en principio, no tendría sentido seguir con el concierto de determinadas unidades o centros educativos. A esta cuestión hay que añadir otra desde mi punto de vista igualmente importante si no mayor: la propia idiosincrasia de los centros que solicitan seguir siendo concertados por encima de la decisión de la Junta de Andalucía, anunciando incluso movilizaciones de protestas, ya que en su mayoría se trata de centros religiosos y de los que algunos de ellos segregan al alumnado por razón de sexos. En mi opinión un gobierno de corte liberal no puede permitir con su política el hecho de que con dinero público se mantengan ninguna de estas dos cuestiones, especialmente la relativa a la segregación, lo que considero una discriminación y desigualdad por sexos, ya que no permite a una niña o a un niño que ha nacido en un determinado barrio acudir y escolarizarse en el centro educativo que por los motivos que sean (cercanía, calidad de la enseñanza, instalaciones …) interesa a sus progenitores o a ellos mismos, esta situación se acusa aún más si cabe en el caso de la Formación Profesional, muy especializada y a veces con escasas plazas dependiendo de la especialidad, lo que impediría a una persona por motivo de su sexo elegir un determinado recorrido profesional. Además, a esta cuestión añado dos matices más desde mi punto de vista negativos: se trata de una solución que va contra natura de nuestra sociedad y forma de vida, que llega a discriminar incluso a hermanos y hermanas, al imposibilitarles acudir juntos al mismo colegio (piénsese en el caso particular de que sean gemelo y gemela), y además hay que tener en cuenta que discrimina laboralmente, al no permitir el acceso profesional a personal en general o profesorado en particular a un determinado sexo según se trate.
Es por todo ello, que considero que en este caso la gobernanza de la Junta de Andalucía y de la Consejería de Educación tiene ir encaminada por lo que parece que está siendo su intención: primar la enseñanza pública por encima de la privada evitando la creación de graves distorsiones sociales, realizándola como tiene previsto por unidades y de forma progresiva, e igualmente debe evitar “discriminar” a la enseñanza pública si llegara a tomar la decisión de disminuir la ratio sólo en los centros concertados y teniendo, por otra parte, igualmente que racionalizar los recursos económicos, siendo estos limitados.
Cuestión que aplico en mi caso particular y profesional.

3.                  Creación de valor público. Este concepto se complementa con la idea desarrollada en el punto anterior relativo a la gobernanza, ya que como ya dije tiene que primar la enseñanza pública (el bien de todos, téngase en cuenta que hasta las instalaciones de los centros son públicos) por encima de la privada (entre otras cuestiones las propias instalaciones son privadas). Asimismo, sigo argumentando el derecho de todos y todas de forma igualitaria al trabajo, esta es además una cuestión obligatoria siempre, pero máxime cuando se trata de puestos pagados con el dinero de todos (público) y dentro de unos gobiernos que se han preocupado por tener consejerías y ministerios dedicados al tema de la igualdad. Cuestión que aplico en mi caso personal y profesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario